El sexo y… ¿los parásitos?

¡Aaaaah, el sexo…! palabra controvertida e incluso censurada. El sexo ha sido una palabra frecuentemente utilizada únicamente con una connotación moral y religiosa, y hasta hace poco como un asunto de salud pública, y en algunos casos (los menos…) de educación. Sin embargo, alguien se ha preguntado alguna vez… ¿y por qué el sexo existe?

Es decir, en términos biológicos los sexos (masculino y femenino) existen como un mecanismo o vía que nos permite a muchas especies reproducirnos y de esta forma existir, o en términos evolutivos evitar la extinción de nuestra especie y así permanecer.

Pero, ¿por qué la reproducción sexual surgió como un mecanismo de reproducción? Porque si lo pensamos un poquito, podrían existir muchas otras formas de reproducirnos, como clonarnos. La clonación como forma de reproducción de hecho existe entre muchos organismos (solo que en biología se le denomina reproducción asexual). Pero la pregunta aquí es: ¿por qué la vida o el medioambiente ha favorecido a la reproducción sexual por encima de otras opciones?

Es decir, si las especies pudiéramos reproducirnos de manera asexual, ¿por qué la existencia de los varones? Esto, en términos evolutivos es llamado “costos de los varones”. En evolución se considera que una población de hembras asexuales podría reproducirse a una velocidad mayor a la que tendrían si su reproducción fuera sexual, y dado que los hombres no se pueden reproducir así mismos y a que en muchas ocasiones (hablando de todas las especies) no contribuyen en nada durante la gestación excepto con los genes, la existencia de su sexo implica un costo para la población. Bajo este esquema los evolucionistas se preguntan: pese al costo de los varones el sexo existe… ¿por qué?

Un estudio reciente brinda por vez primera pruebas de las presiones evolutivas que favorecen la reproducción sexual de la asexual (o clonación), y que podrían ser la explicación de la aparición o permanencia a lo largo del tiempo del sexo, apoyando de esta forma una vieja hipótesis llamada: “La Reina Roja”.

La hipótesis de la Reina Roja (Red Queen Hypothesis)

En términos evolutivos explicar por qué la existencia del sexo no es fácil, sin embargo algunos evolucionistas han intentando dar alguna explicación a ello. Este es el caso de la hipótesis de la Reina Roja, hipótesis evolutiva originalmente planteada por Leigh Van Valen en 1973. Si el nombre de está hipótesis les parece familiar, es porque el término fue tomado justamente de la carrera de la Reina Roja del capítulo 2 de “A través de los espejos” del escritor Lewis Carroll (autor de Alicia en el país de las maravillas). En el cual la Reina Roja dice (traducción libre):

«Esto se encarga de mantener todas las cosas en su lugar»

Traduciendo lo anterior en términos evolutivos

La adaptación continua es necesaria para que una especie se mantenga entre los organismos que co-evolucionan con ella

Así, la hipótesis de la Reina Roja propone que la reproducción sexual ofrece a plantas y animales una ventaja adaptativa en la batalla sin fin entre ellos y sus parásitos, es decir que la recombinación genética que existe durante la reproducción sexual acelera nuestra adaptación biológica contra los parásitos que nos atacan. En otras palabras

La teoría sostiene que el sexo evolucionó, ya que permite a los organismos reorganizar sus genes en nuevas combinaciones para mantenerse un paso por delante de los parásitos– (BBCnews).

Resulta realmente extraño pensar que la existencia del sexo, palabra que ha generado un sin fin de debates e incluso castraciones y muertes en más de una sociedad, pudiera tener su origen en la batalla por la supervivencia de una especie frente a sus depredadores.

Pese a que diversos estudios ya habían arrojado resultados a favor de esta hipótesis, la dificultad de comprobarlos de manera experimental había resultado sumamente complicada, obviamente debido al tiempo que estudios de este tipo implican. Sin embargo el esfuerzo de un grupo de investigadores estadounidense al fin nos brinda algunas respuestas claras al respecto. Tal vez sea mi entusiasmo por estos temas, pero los resultados obtenidos por Levi y colaboradores con relación a esté tema son realmente sorprendentes.

Para evitar cualquier juicio de valor moral o personal al respecto, aquí les platico los procederes y resultados de dicho estudio para que cada quien saque sus conclusiones al respecto:

Para realizar el estudio utilizaron a un gusano redondo llamado Caenorhabditis elegans y la bacteria Serratia marcescens, que invade y mata a estos gusanos.

Para estudiar el papel de los parásitos en seleccionar un tipo de reproducción propiciaron el crecimiento de varias poblaciones de estos gusanos, unos que se reproducen sexualmente y otros de manera asexual, algunos con o sin la bacteria Serratia marcescens. El resultado después de 20 generaciones de gusanos fue:

Se encontró que la co-evolución con el patógeno (Serratia marcescens) llevó rápidamente a los gusanos de reproducción asexual (clonación) a la extinción, mientras que los gusanos que se reproducen de forma sexual persistieron.

En su artículo en la revista Science, Levi y colaboradores concluyen que: en consonancia con la hipótesis de la Reina Roja, los agentes patógenos que co-evolucionan (adaptación mutua entre dos especies que interactúan) pueden seleccionar la reproducción sexual o el sexo.

Es impresionante la forma en que la vida avanza, y de acuerdo con los resultados de Levi y colaboradores, es la recombinación genética lo que determinada nuestra capacidad de adaptarnos y sobrevivir en la interminable carrera por la supervivencia. Si pudiéramos adaptar lo anterior a nuestra vida cotidiana, la diversidad social es mucho mejor opción que la «unilateralidad».

Ahora que existe evidencia experimental de que el sexo evolucionó, al menos en parte porque la recombinación de genes nos brinda una mayor capacidad de adaptación contra las especies que nos parasitan, esperemos que la visión del sexo por parte de muchos sectores de nuestras sociedades se amplíe…

Enlaces de interés sobre este tema:

http://www.bbc.co.uk/news/science-environment-14046316

http://www.sciencemag.org/content/333/6039/166.summary

http://www.sciencemag.org/content/333/6039/216.abstract

http://jhered.oxfordjournals.org/content/101/suppl_1/S13.full.pdf+html

http://www.health.medicbd.com/wiki/Red_Queen’s_Hypothesis

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